MANIFIESTO
PORQUÉ EN ESTAS ELECCIONES ES UN DEBER VOTAR NULO
A las mujeres y hombres de vocación democrática que anhelan un país justo, soberano en el que manden los pueblos que lo habitan. A los trabajadores y pueblos de Chile.
Ante la proximidad de los comicios presidenciales de diciembre, llamamos a que cada elector anule su voto, en repudio a los que devoran el país y nos arrojan a condiciones de vida y convivencia cada día peores.
Llamamos a repudiar mediante la anulación del voto, a los que nos someten a sueldos indignos por nuestro esfuerzo. A repudiar a los que pisotean diariamente nuestros derechos a una vivienda decente, a salud de calidad y gratuita, a una educación pública de excelencia y también gratuita.
Anular el voto será un acto de justicia y futuro. En él debemos reconocernos los descontentos, los marginados, los verdaderos excluidos. Todos quienes constituimos la inmensa mayoría. Los ofendidos por las castas políticas y militares durante los últimos 36 años.
La utilidad de votar nulo en esta contienda, radica en dar inicio a un camino de encuentro para conformar una mayoría activa que se proponga ser una alternativa real de cambios profundos. Una alternativa para que manden en nuestra tierra, los pueblos y los trabajadores.
Aún cuando no somos electoralistas, no estamos en contra de los procesos electorales. Este llamado no es abjuración de esas contiendas. Por el contrario, persigue contribuir a forjar encuentros para hacer posible la futura intervención en ellas, como una táctica más de esta marcha multitudinaria en la acumulación de un torrente que barra de una vez a los que sostienen la más odiosa desigualdad y falta de oportunidades, el desprecio y la opresión hacia los pobres, los trabajadores, los sectores medios, pueblos originarios y la juventud. Un torrente que conduzca hacia la victoria popular, a la renacionalización del cobre, la nacionalización de la banca, el fin del negocio de la salud y la previsión social. Y en definitiva, a la instauración de una nueva institucionalidad basada en la más plena soberanía popular.
Es hora de gritar ¡Basta! y cerrar la puerta para siempre a los mercaderes de la política. Comencemos por anular el voto en estas elecciones, para golpear a los candidatos de turno, que son la continuación del mismo y penoso circo iniciado en 1990. Díscolos y pechoños, son diversos rostros de un mismo proyecto final: la estabilidad y continuación del sistema. Cualquiera de ellos que triunfe, no reportará salarios justos, no resolverá la cuestión nacional mapuche, no hará menos despiadada la explotación, la destrucción del medioambiente, la discriminación sexual y racial, la marginalidad social, política, cultural y económica, ni la represión a la protesta social.
Anulemos el voto hoy, para levantar una mayoría nacional transformadora, sustentada en los trabajadores y las demandas de los pueblos. Anulemos el voto hoy, para forjar una propuesta alternativa en los próximos comicios. Anulemos hoy el voto, para movilizarnos mañana contra la cesantía y la sobre explotación, contra las condiciones de trabajo humillantes.
Debemos votar nulo porque ninguno de los candidatos representa los intereses de las grandes mayorías.
Porque con la Concertación -la nueva derecha- no es necesario que gobierne la derecha vieja.
Porque hoy los chilenos y chilenas somos cada vez más pobres; tenemos menos y peores trabajos; la educación y salud decentes son sólo para una minoría que puede pagarlas; la desigualdad campea; y somos más infelices en todos los planos.
Porque este será un castigo para los poderosos y la señal de llamada para los millones de descontentos a sumarnos en un proceso de unificación y lucha, hasta barrer a los mercaderes de la política que lucran con las penurias de los ofendidos y poner fin a todas las injusticias, mediante la construcción de una nueva sociedad.
VOTA ÚTIL, VOTA NULO
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